martes, 30 de octubre de 2012

NORMAS DE ACENTUACIÓN

La sílaba tónica de una palabra es aquella que se pronuncia con mayor intensidad de voz. Ejemplos: es-pe-rar, más-til, ma- no,  pró- xi-mo.

     Dependiendo de la posición en que se encuentre la sílaba tónica, las palabras pueden ser agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas:

-          La sílaba tónica de las palabras agudas es la última. Ejemplo: re-loj, bis-tu-.
-          La sílaba tónica de las palabras llanas es la penúltima. Ejemplo: Fer-nán-dez, e-xa-men.
-          La sílaba tónica de las palabras esdrújulas es la antepenúltima. Ejemplo: Te--gra-fo, -ci-mo.
-          La sílaba tónica de las palabras sobresdrújulas es cualquiera de las anteriores a la antepenúltima.

1.      Las palabras agudas llevan acento ortográfico si acaban en vocal, en –n o en –s. Ejemplos: alhelí, camión, Inés.
2.      Las palabras llanas llevan tilde si terminan en cualquier consonante que no sea –n o –s. Ejemplos: difícil, néctar, lápiz.
3.      Las palabras esdrújulas y sobresdrújulas llevan siempre tilde. Ejemplos: pájaro, séptimo, llévatelo, fácilmente.

Los diptongos: Cuando dos vocales que aparecen juntas en una palabra se pronuncian en la misma sílaba, constituyen un  diptongo. En un diptongo se tienen que dar las siguientes combinaciones entre vocales abiertas (a, e, o) y vocales cerradas (u, i).
- Vocal abierta + vocal cerrada átona o viceversa (ai,au,ei,eu,ia,ie,io,oi,ou,ua,ue,uo), por ejemplo: causa, puerto, reina, huevo, etc.
- Vocal cerrada + vocal cerrada distinta de la anterior (ui, iu), por ejemplo: ruina, viudedad, diurno, etc.
Recuerda que la presencia de “h” intercalada entre las vocales no impide que se forme diptongo: ahuyentar, cohibir.
- Los diptongos deben llevar tilde cuando lo exigen las reglas generales de acentuación. Así pues, llevarán tilde palabras como cantéis (aguda que acaba en –s), huésped (llana acabada en –d) o piélago  (esdrújula). Del mismo modo, no llevan tilde palabras como atestiguar (aguda acabada en –r) o ingenuo (llana acabada en vocal).
      -  En los diptongos formados por vocal abierta y cerrada o viceversa, la tilde siempre se coloca sobre la vocal abierta, por ejemplo: pensáis, avión, murciélago.
     -  En los diptongos que están formados por dos vocales cerradas distintas, la tilde siempre se coloca sobre la segunda, por ejemplo: casuística, lingüística.

      Los triptongos: El triptongo  es un conjunto de tres vocales pronunciadas en una misma sílaba. En castellano,  un triptongo presenta siempre la misma estructura, en la que se combinan tres vocales (iai, iau, iei, ieu, uai, uau, uei, ueu)  de la siguiente manera: vocal cerrada + vocal abierta + vocal cerrada.
-          Sólo llevarán tilde aquellas palabras con triptongo que, atendiendo a las normas generales de la acentuación, deban llevarla. De esta manera, se pone tilde sobre acuciéis porque es una palabra aguda que acaba en –s; sin embargo, Uruguay no lleva acanto ortográfico porque es aguda y no acaba en vocal, ni en –n ni en –s.
-          En los triptongos, la tilde siempre ha de ir sobre la vocal abierta. 

Los hiatos: Cuando dos vocales que aparecen juntas forman parte de sílabas diferentes, es decir, no se pronuncian en una sola sílaba, se produce un hiato. Existen tres tipos de combinaciones vocálicas que se consideran hiatos:
-          Dos vocales iguales, sean abiertas o cerradas, por ejemplo: leer, chiita.
-          Dos vocales abiertas diferentes, por ejemplo: caerse, mareo.
-          Una vocal abierta átona y una vocal cerrada tónica, o viceversa: sandía, caíste, dúo, reúnen.
La presencia de la “h” no es obstáculo para la aparición del hiato; este es el caso de palabras como búho.
-          Las palabras que contienen un hiato formado por dos vocales iguales abiertas o cerradas, o bien por dos vocales abiertas diferentes, se acentúan si así lo exigen las normas generales de acentuación: espontáneo (esdrújula); marea (llana acabada en vocal); león (aguda acabada en –n).
-          En el caso de que el hiato se produzca por la combinación entre una vocal abierta átona y una vocal cerrada tónica,  siempre deberá ponerse tilde sobre la vocal tónica, independientemente de que lo exijan o no las normas generales de acentuación, por ejemplo: rehúsan, río, María, había.

El acento diacrítico: Generalmente, los monosílabos no llevan acento ortográfico o tilde (fue, dio, vio, me, la, te, lo, se, etc.). Sin embargo, algunas palabras monosilábicas  llevan un acento diacrítico que sirve para diferenciar los monosílabos que tienen la misma forma, pero cuya función gramatical es diferente.

Mí (pronombre personal)
Regálamelo a mí
Mi (determinante posesivo)
Mi casa está cerca de la playa
Tú (pronombre personal)
Compra el pan tú.
Tu (determinante posesivo)
Ese es tu trozo de pan
Él (pronombre personal)
 Él es mi primo marroquí
El (determinante artículo)
El primo marroquí vendrá mañana
Sí (pronombre personal)
Sólo piensa en sí mismo
Si (conjunción)
No vengas si no quieres.
Dé (verbo dar)
Dé este billete a su madre
De ( preposición)
La caja de caoba
Sé (verbo saber o ser)
No sé nada. Sé educado y respetuoso.
Se (pronombre personal)
Se lo dijo con cariño.
Té (sustantivo)
Me tomaré una taza de té.
Te (pronombre personal)
Te lo voy a repetir una vez más.
Más ( adverbio de cantidad)
No comas más.
Mas (conjunción adversativa)
Quiero dejarle, mas no puedo.


Las palabras compuestas:

-          Los adverbios acabados en –mente conservan la tilde si los adjetivos de los cuales proceden la llevan. Por ejemplo: hábilmente, cómodamente, fácilmente.
-          A efectos de acentuación gráfica, las palabras compuestas se comportan como una sola palabra; por tanto, siguen las normas generales de la acentuación ortográfica, con independencia de cómo se acentuaban por separado. Por ejemplo: balón+pieà balompié; así + mismoà asimismo; décimo *séptimo-à décimoséptimo.

       La acentuación en las oraciones interrogativas o exclamativas: Las partículas interrogativas o exclamativas (qué, quién, dónde, cuándo, cuánto, cuán, cuál, cómo, adónde, etc.) siempre llevan tilde, independientemente de que sean adverbios, adjetivos o pronombres.
       No se deben confundir con otros elementos de la oración que, con idéntica forma, no tienen valor de pregunta o de exclamación. Ejemplos:
-          Me sorprende que haya venido.
-          Quien la hace, la paga.
-          Esta tarde podemos ir donde quieras.
-          Cuando llame Laura, bajamos al portal.
-          Como no dijiste nada, supusimos que estabas de acuerdo.
-          Etc. 

 Recuerda que las preguntas pueden ser directas (¿Dónde naciste? ¿Cuándo llegas? ¿Por qué no viene? ¿Adónde vamos?) o indirectas (precedidas de un verbo de lengua o pensamiento: decir, pensar…). En ambos casos, las partículas interrogativas deben llevar tilde, por ejemplo:  
-          No entiendo qué queréis decir (¿Qué queréis decir?).
-          Mi abuelo siempre explica cuánto sufrió en la guerra (¡Cuánto sufrí en la guerra!).
-          No sé por qué me respondió de ese modo (¿Por qué me respondió de ese modo?).
-          No sabes cuánto frío hace en la calle (¡Cuánto frío hace en la calle!).
-          Me preguntaba dónde habrías puesto las gafas (¿Dónde has puesto las gafas?)..
-          Dime cuándo te veré otra vez (¿Cuándo te veré otra vez?)

miércoles, 17 de octubre de 2012

LÍRICA POPULAR EN LA EDAD MEDIA

1. CANTIGAS DE AMIGO

  Passa seu amigo,
que lhi ben quería:
o cervo do monte
a augua volvía.
Leda dos amores,
dos amores leda.

Passa seu amigo,
que a muit´ama:
o cervo do monte
volvía a augua.
Leda dos amores,
dos amores leda.




E-no sagrado, en Vigo,
bailava corpo velido.
Amor ei!
En Vigo, no sagrado,
bailava corpo delgado.
Amor ei!
Bailava corpo velido
que nunca ouver´amigo.
Amor ei!
Bailava corpo delgado,
que nunca ouver´amado.
Amor ei!
Que nunca ouver´amigo,
ergas no sagrad´, en Vigo.
Amor ei!
Que nunca ouver´amado,
ergu´en Vigo, no sagrado.
Amor ei!


VILLANCICOS

¿Agora que sé de amor
me metéis monja?
¡Ay Dios, qué grave cosa!

Agora que sé de amor
de caballero,
¿agora me metéis monja
en el monesterio?
¡Ay Dios, qué grave cosa!


Por amores lo maldijo
la mala madre al buen hijo.

"¡Si pluguiese a Dios del cielo
y a su madre Santa María
que no fueses tú mi hijo
por que yo fuese tu amiga!"
Esto dijo y lo maldijo
la mala madre al buen hijo.

Por amores lo maldijo
la mala madre al buen hijo.


Desde niña me casaron
por amores que no amé:
mal casadita me llamaré.


Cucurucú cantaba la rana,
cucurucú debajo del agua;
cucurucú, mas ¡ay! que cantaba,
cucurucú, debajo del agua.


Que de noche le mataron
al caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.


Gritos daba la morenica
so el olivar,
que las ramas hace temblar.
La niña cuerpo garrido,
morenica cuerpo garrido,
lloraba su muerto amigo
so el olivar,
que las ramas hace temblar.


miércoles, 3 de octubre de 2012

ESQUEMA PARA COMENTAR TEXTOS DESCRIPTIVOS

La descripción es una variedad del discurso mediante a la cual se atribuye a los objetos determinadas cualidades o propiedades, creando así una representación verbal de sus rasgos característicos. De esta definición se desprende que la función comunicativa básica será la REFERENCIAL (la atención del emisor se centra en el referente), pero también pueden aparecer otras funciones del lenguaje:
-          FUNCIÓN EXPRESIVA: si el emisor describe sentimientos propios sin distanciarse de ellos.

-          FUNCIÓN CONATIVA: en la publicidad, la descripción de un producto tiene como finalidad persuadir al receptor de que debe comprarlo.

-          FUNCIÓN ESTÉTICA: en los textos literarios, interesa, más que el referente mismo, la “imagen” que de él se recrea, es decir, el mensaje y su forma.

  A la hora de comentar un texto descriptivo conviene prestar atención a:

A. EL PUNTO DE VISTA ADOPTADO: Puede tratarse de una perspectiva ESPACIAL (el escritor puede contemplar el objeto como algo próximo y observarlo en detalle, o como algo lejano y quizá sólo entrevisto), TEMPORAL (como algo actual, del pasado reciente, antiguo…), EMOTIVA (puede ver el objeto como algo familiar, con afecto, pasión, repugnancia... o, al contrario, distanciándose afectivamente de él), etc.


B. ACTITUD DESCRIPTIVA: es decir, la mayor o menor disposición del emisor a presentar una imagen “fiel” y ajustada del objeto o, por contra, a incluir su propia subjetividad en la descripción.


Descripción objetiva: suelen tener una finalidad meramente informativa y en ellas el emisor trata de ocultar su punto de vista personal.
Ejemploà descripción técnica.
Presenta las cualidades del objeto con la finalidad de instruir al receptor. Se caracteriza por la OBJETIVIDAD, la PRECISIÓN en la información y la CLARIDAD.
Descripción subjetiva: el escritor pretende transmitir su propia visión personal del objeto.
Ejemploà descripción literaria.
Lo más importante no es la información que transmite (que, lejos de ser exhaustiva, se limita a aquellos rasgos del objeto que sirven para el propósito del autor), sino la expresión de su visión subjetiva de lo descrito y el efecto que la imagen creada puede causar en el receptor.

 

TÉCNICAS DESCRIPTIVAS


Descripción exhaustiva
El autor acumula una gran cantidad de rasgos con el fin de crear una imagen completa y minuciosa de lo descrito.
Descripción selectiva
El autor se centra sólo en unos pocos rasgos, a los que carga de una gran expresividad y significación.
Descripción estática
La realidad se describe inmovilizada, como si permaneciera fuera del discurrir del tiempo.
Descripción dinámica o cinematográfica
Se describe una realidad en movimiento y, por tanto, sujeta al transcurso temporal.
Descripción realista
Selecciona y presenta las características del tema descrito de forma pretendidamente objetiva y fiel a la realidad.
Descripción idealizada
Selecciona sólo los rasgos positivos para crear una imagen embellecida del objeto.
Descripción caricaturesca
Utiliza la exageración de los rasgos para crear una imagen ridícula o grotesca.

 

LA DESCRIPCIÓN DENTRO DE LOS RELATOS


PROSOPOGRAFÍA: la descripción aporta sólo datos sobre el aspecto físico de los personajes.

ETOPEYA: se da información sobre los personajes exclusivamente de carácter psicológico o moral.

RETRATO: cuando se combina ambos tipos de descripciones.

 

ASPECTOS LINGÜÍSTICOS

  •        Es característico el uso de formas verbales imperfectivas, que inmovilizan la acción. Los tiempos verbales más frecuentes son el presente y el pretérito imperfecto de indicativo. En cuanto al tipo de verbos, predominan los atributivos y los predicativos que significan estado.
  •         Son los sustantivos y, sobre todo, los adjetivos las palabras que aportan información auténticamente descriptiva. Es relevante fijarse en la colocación de los adjetivos (antepuestos al nombre, más líricos y subjetivos, o pospuestos).
  •         Predominan la coordinación y la yuxtaposición.
  •        Es muy importante fijarse en las figuras retóricas que pudieran estar presentes en los textos (enumeración, metáforas, epítetos, comparaciones, personificaciones…)

¿CÓMO SE REDACTA UN COMENTARIO DE TEXTO?

Uno de los trabajos académicos más frecuentes en todas las asignaturas es el comentario. Con este término denominamos el discurso oral o escrito en que se explica razonadamente cuanto se ha comprendido sobre cierto objeto concreto de estudio (en nuestro caso, un texto) tras un análisis personal, profundo y sistemático. Comentar un texto, por tanto, es explicar argumentadamente lo que dice ese texto (contenido), cómo lo dice (forma) y por qué lo dice (relación con los rasgos característicos del autor y la época). Un comentario nos permite, pues, estudiar en profundidad un texto captando su sentido, analizarlo críticamente, tomando conciencia del íntimo entrelazamiento de la forma y el contenido, y entenderlo adecuadamente en el contexto de la producción del autor, del género y del movimiento literario al que pertenece y de la época en que se sitúa.

ANTES DE EMPEZAR EL COMENTARIO DE TEXTO:

A)    Numerar las líneas.
B)    Lectura comprensiva: La lectura comprensiva tiene por objeto captar el sentido general del texto y el de cada una de las ideas que lo componen. Ha de ser una lectura completa y atenta, y habrá de realizarse cuantas veces sea preciso para asegurarse de que se comprenden todas las ideas. Es necesario entender el significado de todas las palabras del texto: si la situación lo permite, habrá que recurrir al diccionario para consultar los términos desconocidos; si ello no fuera posible, el contexto puede ayudar a deducir ese significado.
C)    Subrayar las ideas fundamentales, enmarcar las palabras clave, escribir anotaciones al margen.
D)    Hacer un esquema que recoja las ideas básicas que se van a desarrollar a lo largo del comentario. Conviene que distingamos con claridad, como en cualquier trabajo académico, tres grandes apartados: una introducción, el desarrollo y una conclusión.

COMENTARIO DE TEXTO

1. Contextualizaciónà El primer paso consiste en identificar el molde textual que ha seleccionado el autor para verter la información que pretende transmitir al lector (es decir, si se ha propuesto escribir un ensayo, una novela, una descripción, un artículo científico…). También hay que señalar, si se conoce, la obra de la que se ha extraído, con su fecha y el autor, así como mencionar la época histórica y el movimiento literario en que se sitúa.  
    En este apartado del comentario es fundamental conocer el concepto de variedad discursiva. Todo texto es un mensaje inscrito en un proceso de comunicación particular y los elementos que intervienen en dicho proceso (emisor, receptor, canal, código, situación comunicativa) determinan el carácter y la forma misma del texto: cada texto tendrá, por tanto, sus propias características… No hay dos iguales. No obstante, también es posible observar ciertas regularidades, tanto en las técnicas  expresivas como en la forma lingüística, que nos permiten hablar de diferentes tipos generales de textos: todos somos capaces de diferenciar un fragmento novelístico y un poema, una columna periodística y una noticia, un acta y una receta de cocina… Un concepto fundamental para el comentario textual es, por tanto, el de variedad discursiva: llamamos variedades discursivas a diferentes estrategias de construcción de un texto que tienen que ver con la intención del emisor y la perspectiva que adopta ante la información que pretende transmitir. El emisor puede concebir fundamentalmente esa información como:

a)      Una sucesión de hechos reales o ficticiosà Narración.
b)      Una serie de observaciones de la realidadà Descripción.
c)      Una explicación ordenada de una o varias ideasà Exposición.
d)      Un razonamiento que pretende convencer al receptor de una ideaà Argumentación.
e)      Cuando el escritor utiliza el diálogo como estrategia discursiva para transmitir información a un lector (por ejemplo, los diálogos de una novela o en una entrevista como género periodístico), éste puede ser entendido como una variedad del discurso.

    Esta distinción entre variedades no implica que los textos hayan de utilizar únicamente una de ellas. Por el contrario, suele ser habitual que aparezcan mezcladas en el mismo discurso. Así, en un relato encontramos partes narradas, descripciones de objetos o de personas, diálogos; igualmente, es usual que los textos argumentativos contengan también exposiciones.

2. Contenidoà La lectura comprensiva debe permitir captar el tema fundamental del texto. Para ello conviene estar atento a los términos y los conceptos recurrentes. Es útil en este sentido señalar las palabras clave.

-          Tema: La comprensión del texto implica, en último término, haber percibido su unidad temática y la intención del autor. Por ello es importante identificar y enunciar de una manera clara y precisa esa idea que da coherencia global al texto: dentro del tema incluimos tanto AQUELLO DE LO QUE TRATA EL TEXTO como LA INTENCIÓN y LA ACTITUD del autor.

-          Resumen: Su objetivo es reformular el contenido del texto de una forma condensada y sintética. Ha de caracterizarse por su brevedad, su orden, la selección adecuada de la información y la abstracción de las ideas fundamentales. Tiene que ocupar aproximadamente el 20% del texto completo y se redacta sin utilizar los puntos y aparte, esto es, en un solo párrafo.

3. Estructura de las ideasà La lectura comprensiva debe también ayudar a captar las  ideas particulares relacionadas con el tema. Para ello, conviene leer el texto párrafo a párrafo, entender esas ideas concretas y enunciarlas de forma sencilla y clara: una técnica que ayuda a seleccionar las que son fundamentales y distinguirlas de las secundarias es el subrayado.
     La enunciación de las ideas fundamentales es el punto de partida para la elaboración del ESQUEMA DE CONTENIDOS. Este esquema es un recurso que permite tomar conciencia de la vertebración y jerarquización de las ideas principales y secundarias y representar todo ello gráficamente.
    Este apartado debe completarse con un análisis de los rasgos específicos que caracterizan a los textos literarios  pertenecientes a  los tres grandes géneros de la tradición occidental:

* TEXTOS POÉTICOS: Análisis de la métrica (número de sílabas de los versos, rimas, acentos, pausas, estrofas). Asimismo, cuando sea el caso, se comentará su presentación o disposición tipográfica.

*TEXTOS NARRATIVOS: La narración está constituida por una serie de elementos que determinan su estructura: el narrador, la acción, los personajes, el tiempo y el espacio, los cuales pueden ser desarrollados por el escritor mediante diferentes técnicas que han de analizarse en el comentario.

*TEXTOS DRAMÁTICOS: La estructura externa de un texto dramático la constituyen las diferentes intervenciones de los personajes y las acotaciones  que incluye el escritor; al mismo tiempo, hay que prestar atención a los cambios de escena con las entradas y salidas de personajes y a cualquier otra marca de carácter escénico. Asimismo, en los textos dramáticos existen una serie de elementos estructurales que en buena medida coinciden con los de la narración, lo cual es lógico si se piensa que tanto en un género como en otro se produce una recreación de hechos ficticios o reales.



4. Análisis de la lenguaà El propósito del comentario lingüístico es triple:

a)      Caracterización del texto según la variedad de lengua que se emplea en él, tanto desde el punto de vista histórico (si el texto es antiguo y se aprecian elementos de un estado de lengua anterior al actual), como desde el dialectológico (si presenta rasgos propios de algún dialecto), sociológico (si se observan características de la lengua de determinado nivel o grupo social) o funcional (si el texto pertenece a algún ámbito específico de la comunicación social: administrativo, periodístico, científico, etc.). En cualquier caso, la misión del comentarista es determinar de qué variedad se trata y con qué rasgos relevantes se manifiesta ésta en el texto.
b)       Justificación de la forma lingüística del texto en relación con su contenido. Hay que explicar por qué el autor ha empleado determinados elementos lingüísticos y recursos de estilo y no otros. Debemos concebir, pues, los rasgos lingüísticos como una exigencia del tema del texto y del propósito del autor al escribirlo.
c)      Análisis del estilo. Además de todo lo anterior, la forma del texto está determinada por el estilo personal de quien lo ha escrito. Es también un objetivo del comentario lingüístico mostrar y explicar las peculiaridades de la escritura del autor, tanto las personales como las que están condicionadas por los rasgos de época o de movimiento en el caso de los textos literarios.

 Se debe realizar el análisis lingüístico del texto atendiendo a estos tres niveles gramaticales: 

-          Nivel fónicoà Seseo, ceceo, metátesis, aliteración, rima, entonación, onomatopeya…

-          Nivel morfosintácticoà

                          I.      Sustantivos: ¿Son abundantes?, ¿predominan sobre los verbos? Ello suele suceder, por ejemplo, en los textos descriptivos y expositivos; en la narración, en cambio, el mayor peso informativo corresponde a los verbos, sobre todo los que significan acciones. ¿Qué tipos de sustantivos abundan: concretos o abstractos? El predominio de los abstractos suele corresponderse con un discurso de carácter reflexivo, intelectual.
                       II.      Adjetivos y otros complementos del nombre: Conviene fijarse en su frecuencia de aparición, en su relación con el sustantivo al que acompañan, en su posición y en los valores que aportan. ¿Son abundantes o se evita su empleo? ¿Por qué? ¿Predominan los que tienen valor especificativo (como sucede, por ejemplo, en los textos que tienden a la objetividad) o los explicativos  y descriptivos (como en los que son más subjetivos: descripciones literarias, por ejemplo)? ¿Hay epítetos? ¿Abundan los adjetivos antepuestos o predominan los pospuestos? ¿Aparecen agrupados en series de dos, tres o más con el mismo sustantivo? ¿Se observa en esta disposición algún tipo de regularidad a lo largo del texto? También hay que tener en cuenta otros hechos relevantes como la gradación (el uso de adjetivos en grado comparativo y superlativo suele denotar énfasis y expresividad) y el empleo de diminutivos (que reflejan la afectividad del autor y, por tanto, una actitud subjetiva).
                     III.      Verbos: Se pueden analizar tanto la persona gramatical (lo que revelará la presencia del emisor y del destinatario en el texto, si aparecen en primera o segunda persona, o su ausencia intencionada, si se emplea exclusivamente la tercera), como los tiempos y modos que predominen. Recuérdese que la forma del discurso y el tipo de texto condicionan el uso de unas u otras formas del verbo: en los relatos, ya sean periodísticos o literarios, la alternancia de formas perfectivas e imperfectivas sirve para dotar al texto de un ritmo narrativo más rápido o más lento; en las descripciones predominarán las formas imperfectivas de presente o de pasado; en los textos científicos es característica la utilización de presentes con valor atemporal o gnómico; en los mensajes publicitarios abundan las formas de imperativo o de futuro con valor de obligación, etc. Además, se puede considerar también el tipo de verbos según su significado: en los discursos narrativos predominarán los que denotan acción o movimiento; en los descriptivos, los de estado y los que indican percepción; en los diálogos insertos en un relato se analizará la variación en los verbos de dicción usados para introducir el discurso de los personajes.
                    IV.      Modalidad oracional: La modalidad sintáctica viene determinada en cada caso por la intención del emisor: las oraciones enunciativas, exclamativas e interrogativas suelen corresponderse con la función representativa, expresiva y apelativa, respectivamente.
                       V.      Estructuras sintácticas recurrentes que sean significativas en relación con el sentido o el tipo de texto: ¿predomina algún tipo peculiar de estructura oracional (atributivas, pasivas perifrásticas, impersonales o pasivas reflejas)?, ¿por qué?, se emplean construcciones paralelísticas, anáforas, anadiplosis o algún otro recurso de reiteración sintáctica? Las oraciones subordinadas predominan en textos de contenido más complejo y, por tanto, con una redacción de mayor riqueza que busca la precisión en la enunciación de ideas; en cambio, las oraciones yuxtapuestas y coordinadas son propias de textos redactados con mayor sencillez o que buscan una forma de expresión más ágil y rápida. A esta agilidad contribuye también la elisión de nexos o asíndeton (el polisíndeton, o el uso reiterado de las mismas conjunciones, produce, en cambio, sensación de lentitud y de solemnidad en la expresión). Conviene observar y valorar también los tipos de construcciones oracionales y nexos empleados: los textos coloquiales y también los de hablantes no cultos suelen presentar poca variación (por lo que repiten una y otra vez la misma construcción y los mismos nexos: y….y…y…; entonces….entonces…entonces…; porque…porque…porque); el uso de una gran variedad de estructuras de subordinación indica, por el contrario, un estilo elaborado y un mayor dominio de la lengua culta.

-          Nivel semánticoà Cultismos, vulgarismos, sinónimos, palabras polisémicas, metáforas, metonimias, ironías, símbolos, connotaciones…

5. Valoración críticaà El objetivo del análisis crítico es dar cuenta del modo en que las diversas informaciones que el texto contiene, explícitas o implícitas, se han integrado con las ideas previas del comentarista y, si es posible, realizar una valoración razonada de las ideas del texto y de su sentido.
    El enjuiciamiento del texto se puede realizar siguiendo algunos de estos criterios:
·         El propio texto: Adecuación a la situación comunicativa; grado de complejidad; calidad estética.
·         Relación texto-autor:  Representatividad del texto en relación con el autor; actitud o punto de vista adoptado; distancia con respecto a lo que enuncia; tono irónico, solemne, burlón, etc.
·         Relación texto-lector: ¿Me quiere convencer de algo el texto?, ¿lo consigue?; reacciones diversas que me produce el texto (adhesión, repulsa, admiración, indiferencia, incredulidad, sorpresa, hilaridad, emoción, aburrimiento…)
·         Relación texto-sociedad: ¿Se pueden apreciar en el texto alguna referencia a la situación socio-cultural o política de la época en la que se inscribe? ¿Se corresponden las ideas que presenta con la ideología de algún grupo social?
·         Relación texto-Historia de la Literatura: Vinculación con la tradición literaria y con la obra de otros escritores; originalidad temática y formal; trascendencia del texto para la Historia de la Literatura. 

6. Conclusiónà Constituye una valoración final que ofrece una visión de conjunto del texto, explicando su relación con la obra, con la trayectoria literaria del autor y con el movimiento y la época en que se sitúa. Siempre hay que evitar tres tipos de errores: realizar una enumeración prolija de todo lo que se ha venido señalando; emitir juicios impresionistas superficiales del tipo “es muy bonito”, “me ha gustado mucho”…; y tomar el texto como excusa para exponer toda la información teórica recibida.  

    Finalmente, es importante tener presente que el comentario debe ser personal, dictado por los gustos y la sensibilidad de cada lector, y adecuado al texto que se va a analizar, el cual puede exigir un enfoque determinado y requerir el estudio de unos aspectos concretos: en definitiva, es el texto el que reclama su propio comentario. En este sentido, proponer un modelo de comentario con un guión definido presenta claras limitaciones que sólo se justifican por necesidades meramente escolares de orientación para los alumnos con más dificultades para elaborar este tipo de trabajos.